viernes, 13 de noviembre de 2020

Manuel Carrasco Mercado, vida y obra

 



Leyendo a Manolo Carrasco se recuerda a Baudelaire y Mallarmé, se recrea el simbolismo y el parnasianismo

 

 



No sé, seguramente fuese útil conocer el oficio de radiestesista o nigromante, para percibir el tirón, en la varilla, del manantial subterráneo, o la revivificación de lo ausente, alimentado por la propia sangre. Sólo sé que no estoy dispuesto a perpetrar el viaje surrealista que Manolo Carrasco ni siquiera propone, no estoy animoso a montar  esa góndola. Y sé que la memoria del subsuelo es intocable, intraducible, que el discurso del inconsciente puede ser diarrea mental o preclara intuición, y siempre ocurre que quien desciende al país de las sombras, olvida el camino de vuelta y la lengua materna, y, si, por azar, regresa y quiere contar cosas de allí, sólo articula voces sin sentido, metal con impurezas, agua enturbiada. Por eso, un pudor indolente y alado me persuade de no bajar a esos infiernos. Sin embargo, admito que la cara oculta de Carrasco se ha ido iluminando progresivamente. El contenido le ha dado sustancia y mensaje al continente, a la forma.

Leyendo a Manolo Carrasco se recuerda a Baudelaire y Mallarmé, se recrea el simbolismo y el parnasianismo, la teoría del arte por el arte, se adopta imperceptiblemente la convicción de que la poesía es un diamante en el ojo de Buda, un santuario sagrado al que no accede cualquiera, un algo refinado, elegante y noble; lejos del alcance de una mano encallecida por el poco o el azadón, de un corazón que no sea delicado y sensible. La Evolución de Carrasco desde “Cárcel” y “Vidrios rotos” (Madrid, 1977) hasta “Canto ciego” (Madrid, 1978) y “La imagen de tu vuelo” (Granada, 1980), ha consistido en un progresivo y hermético cierre de puertas, hasta llegar a la última habitación de la torre, en que habita la belleza celeste, ideal, bisexuada, de los dioses paganos griegos.

Manolo Carrasco ha tenido la suerte o el talento de ver publicados ya cuatro libros. De ellos, seleccionamos algunos ejemplos:

 

¿QUÉ IMPORTA?

Eres el espacio pequeño del tiempo

punto del universo.

Millones de luces y sombras

envuelven el infinito de tu volumen,

y eres hombre de tierra y carne,

pero, ¿qué importa?

si aún con sueño de esfera

agonizas, lloras y cantas.

El camino es corto, así es la vida

y tu lengua tiene el sabor del camino

                               (de “Vidrios rotos”)

 

Esta noche encenderé una vela en la ventana,

y ahuyentaré lo oscuro

mientras la ciudad muere en el letargo

y las meretrices hacen sus ofrendas.

Esta noche no acudirá el sueño

a privarme de soñar despierto.

Extendido en el lecho

Está cuanto amo.

                               (de “Canto ciego”)

 

  PASIÓN Y UNIVERSO

 

Aquí, sentado en este viejo café

olvidado en el extremo de la ciudad,

espero la presencia de un bello cuerpo.

Junto a los cristales iluminados

veo la penumbra de la calle,

y observo que desde una de las esquinas

el pálido rostro de un muchacho

se ofrece a la voluptuosidad de la noche,

con la sonrisa insinuante de sus labios.

Algunos paso inseguros se acercan

y temblorosos ante la excitante boca

cruzan la acera hacía la ansiosa pasión

de un anhelante universo.

                               (de “La imagen de tu vuelo”)

 

Escritores jóvenes, Motril y Comarca. Cristóbal Zafra, del libro “Motril 1982”.

         


GUADALFEO, revista juvenil

 


·        GUADALFEO revista juvenil

 

En 1980 y fruto de las actividades culturales de Antonio Reyes nace GUADALFEO, cuyo director será Paco Ortega, activo poeta local, y que llevará a la revista a alcanzar metas jamás logradas por el periodismo local juvenil. Así, en julio de 1980 se reúnen un grupo de poetas y amigos de Motril que están entusiasmados con la idea de la formación de una revista juvenil, con carácter gratuito, y que, además de ser independiente en todos sus criterios y respetando totalmente la libertad de expresión de sus redactores, pueda llegar a movilizar a la juventud motrileña a favor de la cultura.

        A la salida del número 0, es recibido fríamente por la prensa local que no duda en criticar abiertamente lo que cree un intrusismo y un posible competidor. En realidad no era ni fue así. GUADALFEO sólo llegó a ser lo que en un principio se habían propuesto los que lo hicieron salir a la  calle: una revista distinta, de carácter simpático y, sobre todo cultural. Así éste número 0 tuvo entre sus páginas artículos dedicados a artista locales, a los representantes de la cultura municipal y del andalucismo. También fue el bautismo de algunos de los que estábamos allí, lo que, a todas luces, resultó positivo.

        En el número uno se va viendo la madurez que pronto adquiriría la revista y así encontramos las primeras sensaciones fijas que serán de poesía, divulgación científica, pintura, ecologismo, pacifismo; así como humor y todo ello dedicado en exclusiva a Motril y su comarca. En los siguientes números, ante la creciente demanda, se llegarán a tirar hasta 600 ejemplares, sin que pasase de este tope debido a las dificultades de carácter económico que imposibilitaba su ampliación.

        Pronto se convirtió la revista en la portadora de la antorcha cultural de Motril. También tuvo cabida entre sus páginas la política y se llegaron a criticar la carrera armamentística, las grandes empresas capitalistas; así como el sistema del blorque soviético. En sus últimos números, ya a mediados del 1981, podemos encontrar las novedades de la inclusión en sus páginas de cómics, páginas sobre la historia comarcal y una crítica a las fiestas de este año. Al final, y tras un recorrido de 14 números en la calle, sin faltar nunca a su cita mensual, sucumbió la revista bajo las presiones de la falta de capital o ayuda para financiar este precioso proyecto de revista cultural y no lucrativa. Varias veces se ha intentado ya el resurgimiento de GUADALFEO, pero hasta ahora ha sido infructuoso. Una pena.

Miguel Pérez.

Prensa Juvenil en Motril, del libro “Motril 1982”

 

        Miguel Pérez es el benjamín de la casa, y como tal, anda siempre con sus cosas de aquí para allá. Vino con una pluma tan virgen como el verde limón. Con su riesgo natural se lanza a la calle  y se atreve con todo lo que le pongas. Ahora se centra Miguel en lo que escribe y es capaz de superar a los viejos que estamos por allí. Va por buen camino.

Gerardo Pérez Martín