Un cateto llegó un día a hacerse una ampliación, en esa foto quería
que le adivinaran si era de Albondón, la edad que tenía y cuando nació.
-Pero el fotógrafo le
contestó: “Usted no quiere una foto, usted lo que quiere es hacerse el padrón”.
Pero el alma mía que iba a
saber, si era de Almería o de Badajoz, si era de Montoro o Fernando Po. ¡Que lo
retrate su padre que sabe toita su generación!. El fotógrafo
aturdido, al cateto retrató y toda su fisonomía, en la cartulina a la perfección.
Pero, alma mía, no se
conformó, cogió la foto y la registró; un duro que yo tenía en esta chaqueta ya no hay ni un botón.
-No ha salio mi papa, ni mi chacho Juan, ni mi chacho Enrique, ni mi tío Tobar.
Lo cogen los guardias y se
lo llevan, ¡¡Allí le han hecho una foto de toda entera su generación!!.
Encarna Gálvez Gutiérrez
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